Si estás en cero
con la creación de tu página web,
este vídeopodcast es para ti.
Lo primero es aceptar el caos.
Bienvenido sea.
El caos al principio puede atormentarnos.
Pero no debemos agobiarnos por él.
Al contrario
aceptarlo nos ayudará a poner orden.
Y como todo ordenamiento,
necesitarás tiempo.
¿Cuántos años desde el ‘Big Bang’?
La Tierra no se hizo de un día para otro.
Por lo cual, también tendrás que darle la bienvenida a la paciencia.
Desde el primer momento que empiezas a crear tu página web, debes saber que no es una obra de arte que, una vez acabada, no se intervendrá jamás. Y si fuera una obra, sería más bien como la Sagrada Familia, por aquello que no termina nunca su elaboración. Bien es cierto que tendrás una primera versión (y quién sabe cuántas versiones más), pero te verás obligado a evolucionarla constantemente. ¿Recuerdas la primera versión de Facebook? Nada tiene que ver con lo que es hoy (y mucho menos lo que será mañana).
Así como lo lees. Puede que esta publicación resulte meramente informativa para ti. Y que no, no tengas la ‘necesidad’ o el ‘llamado’ de emprender. Y eso no es malo. El emprendimiento ni siquiera es para los que se dicen ‘emprendedores’. El emprendimiento es para aquellos que han dado con eso que les apasiona, que los mueve, y que cobra un sentido de negocio. Cuando logras ver el sentido de negocio de eso que tanto te mueve, en ese momento el emprendimiento es para ti. Lo importante es que no debes marcarte presión por emprender. Tú haz la tarea de formarte, de buscarlo, y si lo encuentras, ¡ve tras ello! Conviene hacerte la pregunta de por qué quieres o necesitas reinventarte. La respuesta deberá ser lo más sincera posible.
Volviendo al tema de tu página web, el primer mensaje que las personas deben encontrar cuando visiten el inicio de tu sitio, debe resumir claramente tu propuesta de valor, debe dar en el clavo de su dolencia.
Dirígete directamente al ‘dolor’ que tiene quienes te visitan y buscan una solución. Cuando hablo de “propuesta de valor”, me refiero a la solución que tienes para calmar ese ‘dolor’ de tu usuario. Por ejemplo, tú imagina que vendes ropa de invierno. Si tu usuario al visitarte lo primero que consigue es un mensaje hablándole de lo grande que es tu tienda, de que es atendida “por sus propios dueños”, pero en ningún lado le dices a esa persona “si necesitas un abrigo, tengo uno ideal para ti”, entonces es probable que lo pierdas.
Mi amiga Vanessa Iacono (@viaconog) me regaló un gran consejo una vez: organiza en ‘cajoncitos’ imaginarios todos tus contenidos. Luego verás que será más fácil ubicarlos y entenderlos. Es importante que tu usuario, especialmente el que no te conoce, pueda identificar rápidamente tu propuesta de valor o soluciones, para saber cuál le conviene.
A mí me encanta meterme en terrenos desconocidos en el área del diseño, desde el web hasta el gráfico o animado. Pero sé que no todos quieren hacerlo. No te frustres si no sabes de códigos o diseño. En cambio, vuélvete un ‘Marie Kondo’ de tu proyecto, un súper organizador de tu emprendimiento. Esto es: plantea bien cada contenido y cada detalle de tu web pensando siempre cuál será la experiencia de usuario, paso a paso, cuando visite tu sitio en internet.
En mi caso, cloudmediapro.com ha sido mi proveedor por excelencia en todo el tema de diseño web. Como te decía, no debes tirar la toalla si el mundo digital es desconocido para ti. Un negocio online siempre será la analogía de uno tradicional offline. Es por ello que debes concentrar tu energía en organizar bien, darle todo lo mejor planteado a tu diseñador web, y escuchar sus sugerencias. Es importante que estés abierto o abierta a aprender de su mundo.
Es sin dudas la plataforma de diseño web más completa del mercado. En ella podrás administrar todo tu sitio. Es bastante intuitiva y después de que le pillas el truco, se hará tu mejor amiga. En una página hecha con WordPress puedes montar un blog, una tienda, un curso, etc. Hay mil y una formas de sacarle provecho. Te recomiendo que le pidas a tu proveedor de diseño (o a ti, si te aventuras a diseñar tu web) que uses Elementor. Elementor es un ‘constructor’ muy amigable para diseñar nuestras páginas web.
Es fundamental que seas flexible para aprender a utilizar el administrador de tu propia página web (por ejemplo, WordPress o WhooCommerce). Si tienes esa apertura, podrás controlar mejor tu negocio online.
Vuelve al consejo de los ‘cajoncitos’. Ilustra muy bien tus ideas, tus soluciones, tus productos o servicios. Haz uso de ilustraciones, infografías, mapas de conceptos, etc. Mientras más visual seas para explicar tus ideas, más posibilidades de conectar con tu usuario tendrás.
Da todas las opciones de contacto posibles
No te conformes con colocar en tu web un formulario de contacto. También pon una dirección de correo que genere confianza (nada de info@tupagina.com). Esas direcciones de mail causan rechazo porque da la impresión de que nadie las revisa. Cuídate de no publicar datos muy personales, como tu número de móvil o dirección postal.
Debes tener mucha disciplina con esto. Constatar que los correos de contacto de tu web funcionen correctamente. Recomiendo revisarlos a diario y contestar lo más que puedas a tus clientes o usuarios.
Los testimonios de tus usuarios generan confianza en los futuros clientes. Pídele a tus clientes que te escriban un pequeño párrafo contándote su experiencia de satisfacción respecto a tu solución. Si son personalidades reconocidas, generará más confianza aún. Pero no pasa nada si no son ‘famosos’ o ‘influencers’. Los usuarios comunes cuentan más de lo que piensas, pues empatizan con la mayoría de las personas.
Esto es que no dejes por fuera cosas importantes para comunicar a tus visitantes. Si dices que eres locutor, es fundamental que coloques muestras de locución. Si te dedicas a la pintura, pon tus muestras. Parece obvio, pero muchas veces se nos quedan cosas fundamentales por fuera. Recuerda: lo que es común para ti, puede resultar extraordinario para los demás”.
Haz un ejercicio de identidad. Define cuáles serán los colores que te identificarán y por qué. Establece una familia o máximo dos familias de tipografías. La gente debe identificarte con ver cualquier diseño gráfico relacionado con tu marca. Se coherente con esto. No tengas un carnaval de fuentes y colores. Al principio no te afanes con esto, pero no te dejes por fuera este consejo. Aplícalo en el momento que consideres conveniente. Pero no te atasques en este punto, especialmente si estás empezando.
Que no te dé vergüenza de resaltar tus atributos profesionales o los de tu marca. Déjate de modestias y adjetiva correctamente tus habilidades o bondades (o los de tus soluciones). Muchas personas caen en el bendito ‘síndrome del impostor’ y no se creen que son capaces o que valen en oro. Tampoco exageres, por su puesto, ni hagas falsas promesas. Mi punto es que no debe darte vergüenza lo que eres y lo que vales.
No me refiero a gente que tenga millones de seguidores (que también, pero es difícil que te hagan caso). Más bien en personas que vayan a recomendarte o que su testimonio genere un efecto ‘boca a boca’. Una muestra de tu producto o servicio desatará las recomendaciones (claro está, si tu propuesta de valor cumple su promesa).
Tener un blog y alimentarlo constantemente te ayudará a legitimar tus conocimientos en tu área o la de tu marca, producto o servicio. Sé que escribir no es para todos, pero te tengo una buena noticia: si no te gusta escribir, seguro te gustará hablar. Así que anímate a crearte tu propio podcast, usando herramientas como Anchor.fm (que hacen el trabajo sucio por ti y que te permiten usar tu teléfono como un estudio de radio ‘todo en uno’). Aunque si lo tuyo no es ni escribir ni hablar, pues intenta pintar (aunque eso es más complicado de indexar en los buscadores). ¿Sabes algo? Cuando te apasiona algo, no te importará pasar horas escribiendo (como es mi caso en este justo instante) o grabándote para contar los beneficios de tu propuesta de valor.
De Anchor te he hablado en el consejo #18. Ahora te recomendaré Canva.com, una potente herramienta de diseño gráfico para personas que no saben nada de diseño. Para mí es de los servicios web que más me disfruto. Tengo siglos sin tocar programas de diseño como Illustrator o Photoshop (sólo los desempolvo cuando lo amerita). Con Canva diseño desde cualquier dispositivo para mi página, redes sociales, email marketing, etc. Esta herramienta te permite compartir tus diseños con otros.
No voy a redundar con este consejo. Usa postits, colores, rotuladores, lápices o crayones… pero ordena todo ese caos. La orden es empezar ahora. La orden es conseguir el orden. Te sugiero aprender dinámicas de creación de metodologías como el Design Thinking o Sprint de Google.
Tampoco exageres con este cuestionamiento. Cuando algo te apasiona, sale a flote por sí solo. Lo respiras, lo llevas en los poros. Ahora, ¿qué hacer con esa pasión? ¿cuáles son las mínimas posibilidades de convertir esa pasión en unnegocio? Te aseguro que si no ha llegado, llegará el momento de serendipia.
Si hay algo en común en las personas emprendedoras, es que nunca paran de formarse, de aprender. Considero que la mejor manera de dar con ese momento ‘serendipia’ es aprendiendo, especialmente cosas desconocidas que nutran nuestra pasión o que sirvan como puente para convertirla en negocio.
No pasa nada si aun no has ‘empezado’ a trabajar en tu página web o en tu proyecto. Si ves que el camino que te espera es largo, pues mejor, porque así no será aburrido el recorrido. Lo importante es que empieces.
La técnicas de ‘growth hacking’ son excelentes para hacer crecer rápidamente tu negocio. Muchas de ellas son obvias, pero todas tienen en común que sacan nuestra ‘viveza criolla’, por llamarle de cierta manera, pero sin hacer daño, todo lo contrario, con efectos positivos si son bien implementadas. Hay técnicas de ‘growth hacking’ para muchas cosas (hacer crecer tu base de datos, ganar seguidores, conseguir suscriptores de mailing, etc).
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Soy un apasionado por la comunicación, la formación, el marketing digital, la innovación y me considero un crítico de las redes sociales. Mi búsqueda es que encuentres el propósito en lo que haces dentro del mundo digital.
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