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Trabajar en España por cuenta propia

Hoy te voy a contar cómo conseguí permiso legal para trabajar en España por cuenta propia.

En 2013 me mudé a España para estudiar un máster.

Para ese entonces me vine a España con un visado de estudiante.

En 2015, tras finalizar mis estudios, recibí una oferta de trabajo soñada.

Sin embargo, a pesar de todos mis esfuerzos, no pude aceptarla.

La razón: Mi permiso de residencia no me permitía trabajar, sólo estudiar.

En ese momento me quemé todos mis cartuchos.

Toqué todas las puertas.

Todos los contactos.

Finalmente, tras reunirme con distintos abogados, tuve que regresar a mi país para no quedarme ilegal en Madrid.

Eso sí, antes me fui con una premisa: conseguir un visado de trabajo por cuenta propia.

Si nadie me iba a contratar por cuenta ajena, yo mismo me iba a crear mis propias oportunidades.


Y así comenzó la aventura de mi visa

Era la única opción que viable para mí.

Tenía que demostrar al Estado español que podía llevar a cabo mi actividad profesional por mis propios medios.

Para ello, tuve que desarrollar un proyecto en papel que detallara cómo iba a lograrlo.

Mi abogado para entonces me hizo llegar una guía de contenidos del proyecto.

Esa guía se la facilitó directamente la Asociación de Trabajadores Autónomos de España (ATA).

A partir de ese índice puse manos a la obra.

En un par de meses había acabado mi proyecto de actividad por cuenta propia.

Todo esto estando ya en mi país.

Este documento lo imprimió mi abogado español y lo hizo llegar a la ATA en persona.

La ATA lo valoró minuciosamente y en cuestión de un mes ya tenía el veredicto.

La ATA veía viabilidad en mi proyecto.

Inmediatamente fui al consulado de España en mi país, Venezuela, con proyecto en mano.

Allí cumplimenté todos los papeles y pagué las tasas correspondientes.

Esos requisitos viajaron a Madrid, donde el Estado español valoraría mi solicitud.

Por supuesto, las últimas tres líneas que acabas de leer se traducen en mucho trabajo.

Desde hacer el proyecto, hasta las múltiples visitas al consulado en la capital del país.


No fue un proceso sencillo

Tampoco fue complicado, técnicamente hablando.

Aunque sí fue tortuoso emocionalmente.

Tenía un billete de regreso a España que tuve que postergar no menos de cuatro veces.

Hasta ahora ha sido el boleto de avión más costoso que he pagado.

Cada ‘postergada’, una amonestación económica de aerolínea de unos 400€ aproximadamente.

Pero valió la pena.

El proceso, que tenía que durar tres meses, finalmente se llevó cinco.

Por decisión propia decidí alargar mi estadía a seis meses, con el fin de pasar Navidad con mi familia.

¡Qué más daba postergar una vez más mi billete “multimillonario”!

Al final mi visado fue aprobado.

No sin antes sudor, lágrimas y vaivén de emociones.


Lo que aprendí

Mi visa era el “perro verde” de los visados.

No conseguí casi información sobre el tema.

Tuve que ir a ciegas y con mucha fe.

Al final de cuentas aprendí que tenía que ser muy terco para conseguirla.

No puedo recordar todos los papeles que me pidieron.

No sé cuántas veces me dijeron que algo faltaba.

Cada vez que sucedía, se traducía en viajar a Caracas y presentarme personalmente.

Todo esto sin ninguna garantía.

Eso sin contar que cada movimiento del abogado en Madrid, me costaba dinero.

Pero no pasaba nada.

Documento que me pedían, documento que sacaba debajo de las piedras.

Estaba seguro de que obtendría mi permiso de trabajo.

La gran lección fue no desfallecer.

Intentarlo hasta el final.

Era un mar de emociones y muchas preguntas.


¿Y después qué?

Después tenía que buscarme la vida.

Así de simple.

Conseguir un lugar dónde llegar cuando regresara a Madrid.

Y activar todas una búsqueda de proyectos.

Eso sí. Nunca me detuve.

Estando en mi país llevé a cabo muchísimos proyectos.

Esto se tradujo en un colchón de dinero importante para cuando volviera a España.

En mi caso, en paralelo, fui becado para estudiar un nuevo postgrado.

Resultó ser el mejor postgrado de mi vida.

Lo comencé literalmente aterrizando en Madrid.


Lo que debes saber de este visado

Este visado no es fácil de lograr, pero como ves, tampoco es imposible.

Y viene con letras pequeñas.

Una vez es otorgado, tienes una ventana de tiempo para darte de alta como autónomo.

Ser autónomo es una figura administrativa para declarar impuestos trimestralmente.

Es obligatorio ser autónomo para poder acceder al número de identidad de extranjero (mejor conocido como NIE).

Esta obligatoriedad se traduce en pagar todos los meses la cuota de la seguridad social.

En principio, si es tu primera vez como autónomo, gozas de una “subvención”.

Esto se traduce en un descuento de la cuota de seguridad social.

Este descuento es escalonado.

Primero pagas 50€ mensuales.

Y luego esa cantidad va aumentando a medida de que pasan los meses.

Hasta llegar a casi 300€ mensuales (que es la mínima cotización).

Pagarás mensualmente sí o sí. Generes o no generes ingresos.

Si renuncias a ello, pones en riesgo tu estatus legal.

Hago esta advertencia, porque es la condición necesaria para que el permiso de residencia tenga efecto.

Este permiso de residencia se renueva cada año o dos años, según el caso y el tiempo que lleves en España.

Pasados los dos años, puedes empezara a optar por una residencia permanente o nacionalidad española.

Este último es un proceso menos denso que el del visado, y requiere de una prueba.

Una prueba donde demuestras tus conocimientos sobre España.

De la solicitud de la nacionalidad te podría hablar en otra ocasión.


No lo hagas solo

A pesar de que todos estos trámites pudieras hacerlos por tu cuenta.

Mi recomendación es que vayas de la mano de un abogado o abogada.

Te sentirás acompañado y podrás aclarar todas tus dudas.

En mi caso, no muevo un dedo administrativamente sin contactar a mis abogadas.

Les he pedido permiso para publicar su contacto.

Ellas han cedido.

Te lo dejaré al final.

Son un encanto.

Y sus honorarios son muy justos.


Una cosa importante

Soy periodista, no abogado. Me temo que no podré aclarar tus inquietudes legales.

Para eso, no dudes en contactar a mis abogadas.


Te dejo mi proyecto para que te guíes

Esto vale oro.

Ya me hubiese gustado que alguien me cediera su proyecto para guiarme.

Para acceder a él sólo debes hacer click aquí.

Espero que te sea útil.

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Contacto de mis abogadas:

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Ricardo

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